La nutricionista y farmacéutica, Angelica Aragón, nos acompaña de nuevo en esta sección para hablarnos sobre el batch cooking: la estrategia perfecta para seguir comiendo saludable en verano.
En la temporada estival, la mayoría de nosotros preferimos no invertir demasiado tiempo en la cocina. No obstante, existe una excelente manera de ahorrar tiempo y energía mientras mantenemos una alimentación saludable y evitamos los alimentos ultraprocesados: el «batch cooking».
¿Has tenido la oportunidad de probarlo antes? Te aseguro que es una práctica sencilla y organizada que te permitirá llevar tus comidas al trabajo, la playa, la piscina o cualquier otro lugar.
El concepto del batch cooking es bastante sencillo: se cocina durante un solo día de la semana y se organizan las mezclas y comidas de manera que se combinen y reutilicen, evitando así tener que cocinar en días posteriores y asegurándonos de disfrutar de deliciosas comidas caseras.
Para llevar a cabo esta técnica, es importante contar con recipientes de alta calidad que aseguren el hermetismo de los alimentos. A título personal, encuentro los envases de cristal particularmente adecuados para esta finalidad, y también se pueden reutilizar envases de cristal de verduras en conserva, como los de guisantes o judías verdes.
Las verduras son elementos muy versátiles dentro del batch cooking. Por ejemplo, si asamos una buena cantidad de ellas, podemos utilizarlas como guarnición, ensalada o incluso en revueltos. Brócoli, pimientos rojos, coliflor, zanahorias y tomates son especialmente recomendables, ya que son ricos en vitaminas y nutrientes esenciales, y serán un excelente complemento en tu menú semanal.
Para hacer este método aún más económico, es recomendable utilizar productos de temporada o aprovechar ofertas en productos perecederos, cocinando y envasando los excedentes para evitar desperdicios.
Un ejemplo práctico que me gusta realizar es la preparación de un pisto casero, asando en el horno berenjenas, calabacines, pimientos y tomates, para luego combinarlos en una cazuela con tomate frito casero, especias y aceite de oliva. Este pisto puede utilizarse en diferentes días, acompañado de pescado a la plancha, arroz blanco, patatas cocidas o incluso un huevo a la plancha.
Otra opción que me encanta es asar o cocinar al papillote brócoli, un superalimento que no debe faltar en ninguna temporada. Se puede utilizar un día en una tortilla o revuelto, y guardar el resto en un recipiente para combinarlo otro día con pasta integral, tomate y queso en un frío o caliente plato, igualmente delicioso y saludable.
La coliflor también se presta muy bien a esta técnica, pudiendo ser cocida o aliñada y utilizada en ensaladas en recipientes preparados sin aliñar. Si la cocinamos al horno, podemos usarla como guarnición de un delicioso pollo en salsa y como relleno junto con carne picada para una sabrosa lasaña casera.
En caso de preparar pollo en salsa o alguna otra carne, es recomendable hacer suficiente cantidad de salsa para utilizarla en diferentes ocasiones. Así, un día podemos disfrutar del pollo con verduras, y en otra ocasión utilizar la salsa para cuajar un poco de arroz y añadir las verduras sobrantes, o incluso unas gambas congeladas que se cocinan rápidamente en el arroz.
Personalmente, encuentro muy conveniente tener preparada una crema de calabaza y brócoli para dos días, ya que puede servirse tanto fría como caliente y resulta muy satisfactoria. La otra mitad de la calabaza, antes de triturarla para la crema, puede mezclarse con un poco de merluza cocida, huevo batido y una cucharada de harina de avena para crear deliciosas bolitas de pescado que se pueden cocinar al horno o al aire libre en tan solo unos minutos.
En resumen, todas estas ideas nos permiten disfrutar de deliciosas verduras y mantener una alimentación saludable durante el verano, ahorrando tiempo y favoreciendo nuestra salud.