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Riesgo Cardiovascular y Alimentación: Prevenir y Mejorar tu Salud
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La nutricionista y farmacéutica, Angelica Aragón, nos acompaña de nuevo en esta sección para hablarnos sobre el riesgo vascular, y cómo la alimentación puede ayudar a prevenirla.

En nuestra sociedad actual, caracterizada por altos niveles de estrés y una alimentación deficiente, es crucial comprender la importancia de prevenir y mejorar diversas patologías a través de una alimentación adecuada.

Uno de los principales objetivos es prevenir accidentes cerebrovasculares, y esto está en nuestras manos al mantener un peso saludable, controlar la presión arterial y regular los niveles de glucemia. Todo esto debe ir de la mano de una alimentación variada, equilibrada y saludable, complementada por una actividad física moderada y personalizada que tenga en cuenta la edad, las patologías y el tiempo disponible.

La mayoría de los factores de riesgo cardiovascular pueden ser evitados a través de una alimentación sana y el mantenimiento de un peso estable, a excepción del tabaquismo, la edad y el sexo. A medida que envejecemos, aumenta la probabilidad de desarrollar alguna de estas patologías.

A continuación, te presento cuatro sencillos trucos alimentarios para prevenir y mejorar tu salud:

  1. Controla el tamaño de las porciones: Es fundamental tener en cuenta la cantidad de alimentos que consumimos para mantener una salud adecuada. Incluso cuando estamos ingiriendo alimentos saludables, no debemos abusar de las porciones, ya que un exceso de ingesta puede elevar los niveles de glucosa en sangre y aumentar el riesgo de enfermedades como la diabetes y el cáncer. Es especialmente importante tener una cena ligera y baja en calorías, consumiéndola dos o tres horas antes de acostarnos para facilitar la digestión y mejorar la calidad del sueño.
  2. Aumenta la ingesta de frutas y verduras: Seguir una dieta rica en frutas y verduras es beneficioso en muchas situaciones, pero es esencial para mejorar la presión arterial, controlar la diabetes y reducir el colesterol. Verduras como el brócoli, el bimi o el kale son especialmente recomendables, ya que son ricas en fibra y vitamina C, que actúa como antioxidante y mejora la salud de nuestros vasos sanguíneos. Lo ideal es consumir una ración diaria de verduras crudas, como ensaladas, para obtener el máximo de nutrientes sin perderlos durante el proceso de cocción. Además, las verduras complementan nuestros platos y los hacen más saciantes, lo que ayuda a controlar el peso. En el caso de la cena, que debe ser ligera, es recomendable incluir frutas y verduras. Una opción puede ser una ensalada de coliflor cruda con fresas, piña, alcachofas y queso feta. Es una receta sencilla y rápida que también ayuda a mantener la salud de nuestra microbiota intestinal gracias a la fibra y al queso fermentado.
  3. Elige cereales integrales: Cuando se tiene un poco de azúcar o colesterol alto, es importante incluir pasta, arroz y legumbres en la dieta, ya que son opciones saludables y nutritivas.
  4. Limita la ingesta de grasas no saludables evitando los ultraprocesados: Es fundamental reducir el consumo de alimentos precocinados, ya que suelen contener altos niveles de sal y grasas poco saludables que aumentan la presión arterial y el colesterol. Así que retoma las comidas caseras y bollería casera donde utilices como grasa principal el aceite de oliva y poca azúcar o ninguna. El aceite de oliva es un gran protector cardiovascular por sus ácidos grasos saludables y por su contenido en Vit E.