El regreso a clases es el momento perfecto para restablecer rutinas que hemos relajado durante el verano, especialmente en lo que respecta a la alimentación y el descanso. Mantener hábitos saludables en los niños no solo favorece su crecimiento y desarrollo, sino que también mejora su rendimiento académico.

Importancia de una buena nutrición y descanso: Las horas de sueño y un desayuno completo son fundamentales para que los más pequeños lleguen al colegio con energía y motivación. Si no duermen lo suficiente o no desayunan adecuadamente, pueden sufrir bajones de glucosa y tener dificultades para concentrarse y aprender. Numerosos estudios han demostrado que una dieta rica en frutas y verduras reduce el riesgo de obesidad y enfermedades crónicas, como la diabetes o problemas cardíacos, tanto en niños como en adultos.

¿Cómo incorporar más verduras en la dieta infantil? Uno de los mayores retos para los padres es conseguir que los niños coman verduras. Sin embargo, con algunos trucos y paciencia, es posible hacer que disfruten de una dieta equilibrada. Aquí te comparto algunos consejos útiles:

1. No forzar ni premiar: Obligar a los niños a comer o usar la comida como castigo/recompensa puede generar rechazo. Es mejor ofrecer opciones saludables sin presión.
2. Ser ejemplo y constante: Los niños aprenden observando. Si ven que los adultos comen verduras regularmente, será más probable que quieran probarlas. La educación nutricional, tanto en casa como en el colegio, también es clave.
3. Variedad de preparaciones: Prueba distintas formas de cocinar las verduras. Por ejemplo, si no les gusta el calabacín a la plancha, intenta servirlo en puré o en tortilla.
4. Involucrarlos en la compra: Llevar a los niños al supermercado y dejar que elijan las verduras puede despertar su curiosidad y predisposición a probar nuevos alimentos.

Además, es recomendable que en cada comida se ofrezcan cuencos con verduras crudas (como coliflor, tomatitos cherry o pepinillos) para que se vayan familiarizando con su aspecto y sabor.

Recetas fáciles y deliciosas para que coman verduras sin darse cuenta

1. Hamburguesas de pollo con brócoli y zanahoria: Mezcla carne de pollo picada con un huevo, brócoli rallado y zanahoria cruda rallada. Cocina a la plancha y tendrás unas hamburguesas llenas de sabor y nutrientes.
2. Sopa de fideos con calabaza: Aprovecha el cocido añadiendo calabaza, que luego puedes triturar y combinar con fideos. El toque naranja lo hace más atractivo para los niños.
3. Lentejas con verduras: Aparte del jamón, agrega brócoli, espinacas y zanahorias a las lentejas. Cocina las verduras con un poco de aceite de oliva y tritúralas antes de mezclarlas con el caldo y el jamón. Los niños ni notarán las verduras.
4. Macarrones a la boloñesa: La salsa boloñesa es perfecta para añadir berenjenas, coliflor, zanahorias y tomate. Pica todo muy fino y saltéalo con la carne, tomate frito y orégano. Comienza con pequeñas cantidades de verdura y aumenta a medida que el niño se acostumbre.
5. Pizza con base de coliflor o brócoli: Ralla la verdura, mézclala con huevo y queso, y forma la base de la pizza. Hornéala bien antes de añadir los ingredientes. ¡Una pizza deliciosa sin harina!
6. Tortilla de patatas y coliflor: Añade coliflor cocida a la mezcla de patatas. Esta combinación resulta en una tortilla suave, rica en fibra y vitaminas.

El aliado perfecto: Aceite de oliva virgen extra Recuerda que el aceite de oliva virgen extra debe ser la grasa principal en la cocina familiar. Sus beneficios para la salud están respaldados por numerosos estudios, tanto en niños como en adultos.

Cuidar la alimentación de nuestros hijos hoy es invertir en su bienestar futuro. Con paciencia, amor y constancia, es posible instaurar hábitos saludables que beneficien a toda la familia. ¡Espero que estas ideas te sirvan y las pongas en práctica!