Hoy, 16 de octubre, se celebra el Día Mundial de la Alimentación, que este año gira en torno al tema “Derecho a los alimentos para una vida y un futuro mejores”. La FAO nos recuerda que todos tenemos derecho a una alimentación sana, esencial para la dignidad humana y para construir un futuro en el que todos podamos vivir de manera plena y saludable. Es fundamental reconocer que, sin una alimentación adecuada, nuestra nutrición se ve comprometida, lo cual puede derivar en problemas de salud y patologías.
Hoy más que nunca, los gobiernos deben tomar medidas para reducir la pobreza y la desigualdad, que afectan el acceso a una alimentación adecuada. Sin embargo, no necesitamos mirar lejos para encontrar casos de malnutrición; el estudio ALADINO 2023 (Estudio sobre alimentación, actividad física y desarrollo infantil) en España ha revelado cifras alarmantes. Las familias con menores ingresos suelen tener una alimentación de peor calidad, lo que se traduce en mayores índices de sobrepeso y obesidad infantil. La malnutrición no se limita a la falta de alimentos; el consumo excesivo de productos de baja calidad también contribuye al sobrepeso, la obesidad y el aumento de enfermedades asociadas.
El estudio ALADINO 2023 muestra que, en familias con rentas más bajas:
- El porcentaje de escolares que desayuna a diario es 17 puntos más bajo que en familias con rentas altas (61 % vs. 78 %).
- El consumo diario de frutas y verduras es menor.
- El porcentaje de niños que consumen refrescos con azúcar más de tres días a la semana es ocho veces mayor en comparación con aquellos de familias de rentas altas (7,8 % vs. 0,9 %), con un consumo particularmente alto entre los niños (9,9 %).
Además, la falta de conocimiento sobre alimentación saludable deja a muchas personas en situación de vulnerabilidad, ya que no saben elegir opciones alimentarias beneficiosas. No solo debemos buscar una alimentación justa para todos, sino también una alimentación sostenible que reduzca el desperdicio de alimentos.
En 2023, según datos del Ministerio de Agricultura y Pesca, los hogares españoles desperdiciaron un total de 1.183,42 millones de kilos o litros de alimentos, un 1,1 % más que el año anterior. Mucho de este desperdicio proviene de alimentos que se desechan sin siquiera haber sido utilizados.
En Cricket, y desde mi consulta de nutrición, defendemos una alimentación sostenible y en armonía con el entorno. Utilizamos criterios de desarrollo sostenible en nuestros procesos de producción, promoviendo el uso racional de los recursos naturales para preservar la biodiversidad y los ecosistemas. Apostamos por una agricultura regenerativa que cuida tanto los recursos hídricos como la salud del suelo.
Desde mi consulta, también hago hincapié en la importancia de reutilizar los alimentos sobrantes para incorporarlos a recetas del día siguiente, evitando el desperdicio. Planificar las compras con una lista de alimentos necesarios para una semana de menús equilibrados ayuda a evitar las compras impulsivas y reduce la cantidad de alimentos que terminan en la basura. Además, si adquiero algún alimento en cantidad o en oferta, lo preparo para congelar o hacer conservas, como hacían nuestras abuelas.
La alimentación debe aportar los nutrientes necesarios para una buena salud y ser compatible con la diversidad, asequibilidad y seguridad en nuestros campos, mercados y mesas, beneficiando a todos.
Angélica Aragón
Farmacéutica y nutricionista