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Fomentando la salud desde la infancia: Claves para una nutrición equilibrada en familia
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La nutrición infantil es un aspecto fundamental que merece más atención en nuestra sociedad. A veces, no le damos la importancia real que merece, sin ser conscientes de lo crucial que es educar en salud desde temprana edad para prevenir patologías tanto en la infancia como en la vida adulta. Los niños son como esponjas, absorben todos los hábitos que observan en su entorno, especialmente en el hogar y en la escuela.

En muchos centros educativos, se imparten talleres de educación nutricional, los cuales considero esenciales. Personalmente, tengo el privilegio de ofrecer estos talleres en varios colegios, donde los niños aprenden la importancia y los beneficios de consumir frutas y verduras diariamente, así como cómo leer etiquetas nutricionales, entre otros aspectos fundamentales para una alimentación equilibrada.

Sin embargo, es crucial que este aprendizaje se refuerce en el hogar. La formación de las familias y la conciencia sobre lo que se come en casa son fundamentales para que lo aprendido en la escuela no se pierda. Entiendo que cocinar para toda la familia puede presentar desafíos, especialmente cuando hay miembros que no están dispuestos a probar ciertos alimentos. Sin embargo, considero que es fundamental comenzar desde pequeños, siempre que sea posible.

Una estrategia que ha funcionado bien para mí es ofrecer variedad de alimentos desde una edad temprana. Por ejemplo, suelo poner en la mesa pequeños cuencos con frutas y verduras troceadas para que los niños puedan probarlas. Esto les ayuda a familiarizarse con diferentes sabores y texturas, facilitando así la incorporación de estos alimentos en su dieta.

Un truco que he encontrado útil para incentivar a los niños mayores a comer verduras es involucrarlos en la preparación de las comidas. Aunque puede resultar un poco caótico debido al inevitable desorden en la cocina, la recompensa vale la pena. Les enseño sobre las vitaminas y nutrientes presentes en las verduras que vamos a utilizar, y los animo a probarlas. Por ejemplo, cuando preparo macarrones a la boloñesa, suelo incluir coliflor y calabaza trituradas junto con la carne, lo cual les sorprende gratamente.

Una receta que ha tenido mucho éxito entre mis hijos y pacientes es la pizza de masa de brócoli. Además de ser una opción saludable, es una actividad divertida en la que los niños pueden participar. Rallar el brócoli crudo y batir el huevo son tareas que disfrutan, y el resultado final es una pizza deliciosa y nutritiva.

En resumen, es fundamental inculcar hábitos alimenticios saludables desde la infancia. Siguiendo estos consejos y recetas, podemos convertir la ingesta de verduras en una experiencia placentera y diaria, contribuyendo así a la salud óptima de toda la familia.

Angelica Aragon Aragón